El pasado viernes 30 de mayo, los alumnos de 3º vivieron una jornada muy especial en el Centro Ornitológico del Embalse del Ebro. Las dos clases se unieron en una excursión llena de aventuras, aprendizaje y momentos para recordar, acompañados por sus profesoras y los guías de Naturea.
A pesar de que, al principio, parecía que la lluvia iba a hacer acto de presencia, el cielo se abrió y dejó que el sol brillara, haciendo que el día fuera aún más agradable. La excursión comenzó con una caminata por los alrededores del embalse, donde los niños descubrieron qué es y por qué es un lugar tan vital para muchas especies de flora y fauna y para las personas.
Aprendieron cómo estas áreas sirven como refugio para las aves durante sus largos viajes y cómo contribuyen a mantener el equilibrio natural del entorno. Luego, llegaron a un punto especial equipado con visores telescópicos; ¡y allí empezó la verdadera magia! Desde sus asientos, los pequeños pudieron observar cigüeñas en vivo, ver cómo alimentaban a sus polluelos y aprender detalles interesantes sobre sus nidos y migraciones.
También tuvieron la suerte de ver otras aves y animales que habitan en la zona, todo muy cerca y en su hábitat natural.
Para cerrar la jornada, visitaron el Centro Ornitológico, donde exploraron una charca con anfibios, un hotel de insectos y un parque con zonas de juegos y descanso.
Sin duda, fue un día lleno de descubrimientos, diversión y naturaleza para todos los niños de 3º.
 

 
 

 El jueves 29 de mayo, los alumnos/as del primer ciclo de Primaria se desplazaron hasta Cabezón de la Sal para pasar un día de  convivencia fuera de las aulas. Allí pudieron visitar el Poblado Cántabro, situado en el Picu la Torre. Una reconstrucción de un pueblo de los aguerridos cántabros, donde hicieron un recorrido viendo la muralla de piedra, las viviendas de los primeros cántabros, sus vestimentas y herramientas y utensilios que utilizaban para protegerse de los enemigos, los romanos.
El jueves 29 de mayo, los alumnos/as del primer ciclo de Primaria se desplazaron hasta Cabezón de la Sal para pasar un día de  convivencia fuera de las aulas. Allí pudieron visitar el Poblado Cántabro, situado en el Picu la Torre. Una reconstrucción de un pueblo de los aguerridos cántabros, donde hicieron un recorrido viendo la muralla de piedra, las viviendas de los primeros cántabros, sus vestimentas y herramientas y utensilios que utilizaban para protegerse de los enemigos, los romanos.














