El ritmo de la vida y de la fecundidad es siempre sencillo y callado... por eso mismo no quisiéramos romper el ritmo de lo natural con e tas palabras que os dirigimos "a modo de crónica"... Es nuestra pretensión recordarnos mutuamente aquellos "otros tiempos ya pasados" y espigar en las crónicas y memorias, revistas y efemérides, para entresacar las notas típicas y más evocadoras de estos 50 años.
Queremos abandonar nuestras palabras del "momento" para entrar directamente en el libro de Crónicas del Colegio... Dejemos que fluyan las aguas; acerquémonos al manantial. Hemos de llegarnos a las escuelas de la Salle San José, las Escuelas del Círculo Católico para conocer su estado... y vislumbrar que la penosa situación que profesores y alumnos viven prontamente ha de obligar a los Superiores de los Hermanos a buscar un nuevo predio para realizar la tarea de dar cristiana educación a los niños. 7000 almas, nos dicen las crónicas, han pasado por su aulas, desde aquel lejano 1901, en que se funda la primera escuela en la hermosa capital de La Montaña, hasta este 1940 que nos entretiene.
Años de fecundísima labor de estos eméritos educadores entre los niños de la clase humilde, modesta de la ciudad, años de "ir haciendo la obra hora a hora y minuto a minuto... calladamente", y de " la mañana a la tarde", como dejó escrito a los Hermanos su Santo Fundador, Juan Bautista de La Salle.
Fueron varias las razones que resolvieron a los Superiores de los Hermanos a cerrar dicha escuela: las malas condiciones higiénicas, las innovaciones últimas realizadas por la Junta Directiva, implantando un Cine público en el reducido local destinado a las reuniones escolares, y algunas otras de orden económico, puesto que la asignación era del todo insuficiente para mantener adecuadamente un proyecto educativo tal como los Hermanos se han empeñado siempre en promover.
Y relatan las crónicas "que los Hermanos tienen que dejar su trabajo muy a pesar suyo, por tratarse de una obra en favor de los niños pobres...", pero nunca fue su intención retirarse de Santander.
Para quien está acostumbrado a vivir itinerante y cumplir su obediencia hoy en un lugar y mañana en otro, no puede haber "tiempos para el acomodo".Los alumnos nos esperan para iniciar un curso nuevo y es necesario darse prisa. Y la divina Providencia en la persona de Dª. Josefa Reyzábal nos sirve en brindis jubiloso una magnífica finca en la calle General Dávila, 109, la "Quinta Hoppe", con 14.120 metros cuadrados de superficie, y propiedad de D. Carlos Hoppe, cónsul alemán en España. Salones bien orientados e higiénicos, dentro del pequeño palacete servirán para habilitar las primeras clases del colegio; amplio patio es el hermoso jardín y frondoso bosque, salpicado de estatuas, estanques, pérgolas y cenadores. Este es el lugar elegido.
Podemos, amigos alumnos del Círculo Católico, contar ya con un nuevo colegio... El Distrito de Valladolid pone su parte para la compra, el Excmo., Sr. D. Carlos Ruiz García, Gobernador de Santander y antiguo alumno de Bilbao, y D. Jaime Ribalaygua, Presidente del Monte de Piedad y alumno del Colegio de Bayona contribuyen también en dicha adquisición. Con su valiosos apoyos podemos ya lanzar nuestro himno desde el Colegio La Salle, en el Alta alzado, con afán alado de conquistar el mar y ... el cielo" (Del himno del Colegio).
Nadie pudo imaginar que la quinta Hoppe sumida en la tranquilidad y el sosiego, y tan solo alterada por el suave concierto de la brisa al mecer las hojas de aquel parque señorial, fuese invadida este octubre de 1940 por las sonrisas y algarabías de una bien nutrida juventud estudiantil santanderina.
Desde el 3 de julio los Hermanos comienzan las obras de acomodación para implantar las clases en el curso próximo.
Integran este primer grupo docente los HH. Luciano, Director, Aureliano, Tarsicio, Julián, Francisco, Pedro, Estanislao y Federico
Las dificultades que consigo lleva toda obra nueva se vieron allanadas gracias a la protección divina que en cada momento derramó sus "toques de providencia" colmando generosamente aquellos primeros deseos.
El quehacer conjuntado de Dirección y profesorado proclama día a día el elevado espíritu y admirable cordialidad que en todos va reinando: alumnos procedentes de la Calle San José y los nuevos matriculados en el flamante colegio La Salle.
Testigo mudo de aquellos campos y jardines, juegos y escondites, de aquellos hombres educadores y alumnos vivarachos, sigue siendo en el Colegio la leona y sus cachorros. En su quietud de piedra ha ido recogiendo los flashes de la cámara, soportando el peso del joven alumno cuadro de honor, del brillante deportista, de la joven pareja de recién casados; o del primer comulgante. Siempre ahí en su detención estática del tiempo, en su reposo... ha inspirado momentos de "luces" y de sombras a los miles de estudiantes que pusieron cimientos de su vida, persona y cultura entre las cálidas paredes de estas aulas.
Ha acabado este primer año: Son ahora ocho Hermanos y doce profesores. Comenzaron 115 alumnos en los primeros días del otoño del 40 para finalizar la primavera del 41, 206... "La propaganda del colegio ha sido realizada por los mismos escolares, con su constante aplicación, asiduidad y excelente comportamiento" (memoria colegial). Acuden al colegio de diversas localidades: la mayoría de la misma capital. Vienen alumnos desde Torrelavega hasta Hoz de Anero; de Solares, Heras, Astillero, Renedo, Muriedas, Soto la Marina, Rubayo... Acuden al colegio en un radio de 40 Km. Pertenecen a 18 parroquias. Su edad comienza con los valientes Ciuranas, Balmisas, Lasalles, González... en 5 años, para terminar con los jóvenes de 18 y 19 años en los Bedia, Chico, Lainz, Cossío, Serna...
Para las enseñanzas, los alumnos se distribuyen en:
108 alumnos de primaria
66 alumnos en técnica comercial
32 alumnos de ingreso para el comercio oficial y Bachillerato
Si momentos hubo, en nuestra historia, en que la vida y las hazañas se medían al compás de los reinados, por ser el rey depositario del poder y crisol de los deseos y vivencias de sus súbditos..., no nos sirven hoy estas parámetros para mensurar un mundo tan amplio y cambiante.
Recorrido por los 50 años