Llegar hasta Santo Toribio a través del Camino Lebaniego supone un viaje cargado de emociones y recompensas. Cuando el pasado mes de septiembre anunciábamos esta nueva propuesta de Pastoral no nos imaginábamos todos los buenos momentos buenos compartidos que íbamos a tener. Durante estás 5 etapas, jalonadas a lo largo del curso escolar, nuestros peregrinos han transitado por parajes de gran riqueza cultural y en algunas ocasiones han podido visitar y conocer algunas joyas como la torre de Cabanzón o la Iglesia de Santa María de Lebeña. Pero si de algo estamos orgullosos es del gran ambiente que se ha generado entre los alumnos y profesores que han participado en él. Sin olvidar a la Comunidad de Hermanos que ha estado presente en todas las etapas. Quién sabe si esta experiencia pueda servir de germen para el futuro.
Después de recorrer los 72 kilómetros que separan San Vicente del Monasterio de Santo Toribio de Liébana, el pasado sábado, 10 de julio, el grupo atravesó la Puerta Santa para participar en la misa del peregrino y posteriormente adorar el Lignum Crucis.
Naturaleza, patrimonio, cultura, gastronomía… Con fe o sin ella, las razones para recorrer el Camino Lebaniego son infinitas. Desde aquí, os animamos a todos a conocer este itinerario. Nosotros nos citamos para el próximo Año Jubilar Lebaniego en 2028 donde esperamos poder repetir esta iniciativa.



Profesores, pretende detectar, orientar y estimular de manera continuada el talento matemático de estudiantes de 12 a 14 años. Tuvo lugar en la Facultad de Ciencias. Todos los que nos representaron manisfestaron que fue una bonita experiencia. Y regresaron a sus casas con la esperanza de que además los resultados nos acompañen. Los alumnos/as seleccionados desarrollarán una serie de actividades específicas para la formación matemática, que se llevarán a cabo los sábados por la mañana. Se daría así continuidad a la tradición colegial de colaboración con la Universidad, tanto con este trabajo como con el Canguro Matemático.
y primer ciclo de primaria disfrutaron de una representación repleta de risas, alegría; y como no, bailes. Todo un show solidario y la mar de divertido, donde se intentó sensibilizar sobre la necesidad de la educación, en especial en los países empobrecidos. Además, nos acercaron al trabajo de PROYDE en sus diferentes proyectos y a la importancia de consumir productos de Comercio Justo. Como colofón a esta tarde solidaria, toda la comunidad educativa pudo disfrutar de un chocolate solidario, que sumado a la música creó un gran ambiente festivo en el patio. El dinero recaudado se destinará íntegramente al proyecto con el que colaboramos este curso, el proyecto CLIMA en Burkina Faso. Muchas gracias a todos por vuestra participación. Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo.





