Navidad, amigos y Bujedo; pocos fueron los ingredientes que necesitaron los más de 160 participantes que formaron parte del Encuentro Natus que se celebró en Bujedo del 27 al 29 de diciembre, para celebrar el nacimiento de una gran alegría que recibe por nombre el de Jesús de Nazaret y en el que participaron algunos de nuestros animadores de Grupos Cristianos. 
Divididos en tres niveles (segundo de bachillerato, universidad y adultos), los asistentes compartieron diferentes dinámicas de interioridad y silencio en torno a la figura de los pastores, primeros testigos de una Buena Noticia que, más de dos mil años después, sigue naciendo en el corazón de cada persona. Mecer la historia personal, construir y salir de la cueva del tiempo presente y cuidar el rebaño de personas que forman el círculo de la propia vida fueron los ejes argumentales de un espacio que también guardó momentos para contrastar la vida en grupo.
El contexto musical del encuentro fue dinamizado por el grupo “Gente Pequeña”, que puso voz, melodía y esperanza a un testimonio marcado por una estrecha armonía entre Dios, la música y el compromiso lasaliano. Y con ellos, vino de la mano un regalo en forma de canción que cautivó el corazón de los presentes; una sintonía que toma por nombre “El anuncio de una gran alegría” y que busca ser luz en la vida de los jóvenes desde el relato del pesebre.
El colofón del encuentro estuvo marcado por la celebración compartida de la eucaristía, en la que se hizo notar la alegría de los participantes y el eco de un reto futuro: ser anuncio del Reino de Dios y del amor a la humanidad en los lugares de origen.
que hay en portería. Poco a poco han atravesado los pasillos de primaria escuchando las conversaciones de los alumnos y viendo lo atentos que estaban en las clases. Después han bajado las escaleras hasta llegar a las clases de infantil. Aquí se han sentado a escuchar uno a uno los regalos que pedían todos los niños y niñas y les han recordado la importancia de ser buenas personas, de ayudar a los demás y cuidar y tratar con cariño a la gente que nos rodea tanto en el cole, como en casa. Con sus palabras mágicas han hecho sonreír a los niños de tres, cuatro, cinco años, primero y segundo de primaria. Y para terminar ¡nos han regalado una bolsa de chuches! ¡Está claro que sí nos hemos portado bien este año!
