La aventura comenzó con un viaje en barco, donde la guía explicó los monumentos que luego serían vistos en persona. Después fue el turno de la icónica Torre Eiffel. “La vista desde arriba es impresionante, ¡puedes ver toda la ciudad!”, decían mientras tomaban fotos. Algunos valientes se atrevieron a bajar por las escaleras desde la segunda planta para, después, explorar los pintorescos paisajes de París mientras paseaban hasta la plaza del Trocadero. El Arco del Triunfo y los Campos Elíseos ofrecieron un cambio de ritmo con su elegante bulevar lleno de tiendas, cafés y la cosmopolita energía de París.El viaje culminó con una visita a Disneyland, donde la magia de Disney cobró vida. Entre montañas rusas y desfiles, los estudiantes encontraron un mundo de fantasía que contrastaba con las lecciones de historia de los días anteriores.
Este viaje no solo ha sido una oportunidad para aprender fuera del aula, sino también una experiencia que estos jóvenes recordarán por el resto de sus vidas. Ver a los estudiantes interactuar con la historia y la cultura de manera tan directa es realmente gratificante.











