Un buen líder necesita seguir aprendiendo cada día; este es el cometido que ha llevado los referentes de formación e identidad lasaliana a tomar parte de una formación común en la habitual residencia vallisoletana de Arcas Reales. Así, el pasado viernes 6 de octubre se congregaron en una jornada de trabajo los delegados de formación de las obras educativas del Sector, entre los que estuvo nuestra compañera Pili.
El Instituto y los centros educativos se deben a muchas labores operativas propias de su función, pero no deben olvidar nunca la esencia y el carisma que configura la razón de ser del educador.
Inmersos de lleno en el curso, los trece asistentes compartieron jornada de trabajo y reflexión en torno a la figura del Fundador y las claves históricas y presentes en el acompañamiento personal. La acogida de la jornada tuvo como centro la siembra del grano de mostaza, símbolo de todas aquellas referencias con las que los educadores buscan seguir siendo intermediarios en el crecimiento de los alumnos, familias y profesores. También los espacios de vida compartida -al más puro estilo de los discípulos de Emaús- y la oración se abrieron hueco a lo largo del día para cerrar con un breve tiempo de programación y revisión de objetivos.



ñanera, el radiante sol nos acompañó toda la jornada así que, tras el paseo, tomamos el almuerzo a la sombra de los fabulosos árboles del parque. Más tarde, divididos en varios grupos, realizamos una visita didáctica al parque que hemos llamado “Arboretum” para conocer la riqueza de las especies autóctonas del lugar. Tras comida, los alumnos han tenido tiempo de libre organización para divertirse, pasar un buen rato y continuar estrechando lazos con quienes van a ser sus compañeros de aventura este curso.






