Todos juntos se dirigieron al Centro de Arte Rupestre situado en Puente Viesgo, donde, acompañados por los guías del mismo, reforzaron los conocimientos, palabras y características propias de la Prehistoria, las cuevas y pinturas rupestres que habían estado practicando en su proyecto. Ver “auténticos” cavernícolas, saber su historia, observar sus materiales para construir, comer o cazar… asombraron a los más pequeños y a sus profesoras. Cuando terminamos nos quedaba de vivir otra aventura, comer todos juntos en el parque de Borleña. Los picnic del comedor, bocadillos y comida para compartir llenaron de risas el ratito de la comida. Y cuando terminaron… ¡a jugar en la naturaleza! Además qué maravilla poder jugar todo infantil y ver como los mayores cuidaban a los pequeños y los más pequeños hacían reír a sus amigos mayores.
La vuelta al cole nos dejará un bonito momento para recordar durante este trimestre.