Más de 260 personas compartieron en Bujedo, desde el jueves 6 hasta el domingo 10 de abril, la Pascua del Desafío de Jesús. Entre ellos, un grupito de Santander integrado por alumnos de 1º de BACH, animadores universitarios además de Pili y Teo que los acompañaron. El encuentro dio comienzo con la comida compartida, los reencuentros y las presentaciones; juegos, canciones y bailes dinamizaron la primera toma de contacto entre los asistentes para dar entrada a la vivencia del Triduo Pascual.
La fiesta del reencuentro pronto dio paso a la toalla, el amor fraterno y la entrega del Jueves Santo. El grupo teatral Metamorfosis Palencia tomó las riendas del primer momento de la tarde para poner en escena “la revolución de la toalla” y situar a los presentes en la vivencia de la Pasión. Seguidamente, familias y jóvenes tuvieron que ponerse en el rol de “maestros de la costura” para profundizar sobre el sentido del servicio, la entrega y la dedicación a los demás, que culminó con la celebración del Getsemaní en un clima de oración más íntimo y personal.
El Viernes Santo comenzó en el gran museo de la cruz para experimentar y conocer de primera mano las miserias y los dramas del mundo: la guerra, el odio, la indiferencia, el egoísmo, la violencia la injusticia y la muerte viven presentes en el “Via Crucis” de nuestra humanidad. Los presentes llevaron su vida a la cruz para celebrar el amor con mayúsculas.
Y del madero al sepulcro y a la alegría del Resucitado del Sábado Santo. La experiencia de rememorar la muerte de Jesús llevó a los participantes a salir a los caminos y buscar respuestas, en concreto a los pueblos de Ameyugo, Bujedo y Valverde de Miranda. Al más puro estilo de Emaús, los presentes tuvieron la posibilidad de caminar acompañados para compartir su testimonio y escuchar las vivencias personales de “resurrección” de los animadores. En este “retorno a Galilea”, pusieron su granito de arena los payasos de hospital del grupo Cazasonrisas, abriendo su experiencia vocacional a todos los presentes, que no perdieron detalle alguno de lo compartido.
El canto celebrativo y la hoguera abrieron paso a la celebración de la Vigilia Pascual desde una sola convicción: en la fiesta de la vida, más allá de las cenizas, seguimos amenazados de resurrección.
¡Nos vemos en la Pascua de Bujedo 2024!