El lunes, día 3 de diciembre, falleció en Boadilla del Campo (Madrid) Fernando Argenta. Era hijo del renombrado Director de orquesta, Ataúlfo Argenta.
Extrañó ciertamente su ausencia cuando el domingo 1 de diciembre no se hizo presente en el homenaje que la ciudad de Santander rindió a su progenitor, dedicándola la calle hasta ahora denominada "General Mola", que arranca justamente de la Plaza Porticada. Durante años dicha plaza fue el lugar emblemático donde se celebraron los renombrados Festivales de Musíca de la capital cántabra y donde triunfó reiteradamente el prematuramente fallecido director musical (1958).
Extrañó ciertamente su ausencia cuando el domingo 1 de diciembre no se hizo presente en el homenaje que la ciudad de Santander rindió a su progenitor, dedicándola la calle hasta ahora denominada "General Mola", que arranca justamente de la Plaza Porticada. Durante años dicha plaza fue el lugar emblemático donde se celebraron los renombrados Festivales de Musíca de la capital cántabra y donde triunfó reiteradamente el prematuramente fallecido director musical (1958).
La prensa de estos días ha resaltado con acierto la dedicación de Fernando Argenta a la difusión entusiasta de la música clásica entre los pequeños ("El Conciertazo", en TVE) y el mundo adulto (el espacio de radio "Clásicos Populares"). Recibió en vida múltiples y variados galardones en reconocimiento a su labor como "misionero de la música clásica".
Su padre, Ataúlfo Argenta, genio de la dirección de Orquestas Sinfónicas, nacido en Castro Urdiales en 1913, asistió de niño a las clases del Colegio Apóstol Santiago que los Hermanos de La Salle mantuvieron abierto ininterrupidamente en la villa marinera entre los años 1884 y 1924. Su hijo Fernando se sintió siempre estrechamiento vinculado a Castro.
Los Hermanos de La Salle, además de en la propia ciudad de Santander, están hoy presentes en Los Corrales de Buelna (desde su fundación en 1889) y dirigieron asimismo establecimientos escolares en otros puntos de Cantabria: Isla, Cóbreces, Anaz, Terán, Riotuerto y Santoña.
Desde esta página colegial rendimos este sencillo homenaje de reconocimiento al padre, Ataúlfo Argenta, en el centenario de su nacimiento, y al hijo, Fernando Argenta, recientemente fallecido, ambos dedicados casi en exclusiva al noble mundo de la música clásica.