16 de abril, 12.00 de la mañana, ninguna efeméride especial, y sin embargo en el salón de actos del colegio bulle la actividad: los clásicos han cedido su palabra a los alumnos de bachiller y ellos le han puesto alma.
Uñas de colores sobre fondo negro, Lázaro haciéndose un hueco entre jóvenes raperos; Don Quijote contando cómo vino a dar en el más famoso loco que conocieron los siglos. Fascinantes personajes femeninos de la literatura universal como Marcela (Don Quijote), Laurencia (Fuenteovejuna), Bernarda , Martirio y Adela (La casa de Bernarda Alba), Carmen Sotillo (Cinco horas con Mario), emocionaron al público por su defensa de la libertad de la mujer. El dramatismo de algunas escenas, como la de Laurencia se vio potenciado por el contraste con la felicidad que se apreciaba en la danza las mujeres lavando en el río. Las “cenizas enamoradas” de Quevedo, la sutil ironía de Inés postulándose favorita nada más y nada menos que ante el jamón y las berenjenas con queso…
En fin, ¿una clásica mañana? No. Una mañana con los clásicos para celebrar la fiesta de un idioma que se llama castellano o español, - en palabras de Sabina y García Montero -.