Fue en 1983 cuando Miguel Ángel Idígoras entró a formar parte de la redacción del Diario Vasco. Recuerda con especial crudeza aquel año, "cuando prácticamente cubríamos un atentado de ETA a diario". Al principio, tanto él como sus compañeros, trataban de ser “notarios” de la realidad desde cierta “distancia y equidistancia” respecto a lo ocurrido. Sin embargo y a medida que pasaba el tiempo, pasaron de ser periodistas “equilibristas a equilibrados” y comenzaron a denunciar una situación que afectaba ya a toda la sociedad, incluidos los medios de comunicación. “En el momento en el que te posicionabas, empezabas a ser objetivo”, relata a los alumnos. No recibió ninguna amenaza directa de la banda terrorista, aunque si indirecta como miembro de RTVE, donde en 1989 toma las riendas de su corresponsalía en San Sebastián hasta que en 2001 dio el salto al escenario de la información internacional.
Testigo de aquella convulsa época sangrienta conocida como los años de plomo, Idígoras quiso recuperar esa historia reciente de España que ya forma del temario de la EBAU ante los cerca de 80 alumnos de 2º BACH. Lo hizo a través de su testimonio y de preguntas que bien pueden plantearse hoy en día ¿Ha sido realmente derrotada ETA? ¿Por qué dejó las armas en 2011? Ante un auditorio atento a lo que escuchaba en algunos casos por vez primera.
“Surgió por la creencia en ideas basadas en falsos hechos que llevaron a individuos a tomar la decisión de matar y pretender decir a los demás que sus objetivos eran legítimos” subrayó quien fuera corresponsal de TVE en Rabat y Londres, además de director de EITB durante la única legislatura en la que no gobernó el nacionalismo en el País Vasco. Ahondó en esta afirmación y aseguró que la dictadura de Franco fue el “detonante” de su aparición, lo que “permitió a ETA contar con un gran apoyo social pese a su lucha armada”, pero que una vez finalizada se evidencio que “ese no era su objetivo” porque “los asesinatos siguieron y aumentaron de forma exponencial”. “Querían conseguir la autodeterminación”, subrayó definiendo el funcionamiento de la banda de “auténtica mafia” en cuanto al desarrollo de toda una trama de la que forman parte “grupos juveniles, medios de comunicación, sindicatos, asociaciones de familiares de presos… y un brazo político”. “En estos momentos está en las instituciones para desgracia de las víctimas”, subrayó en referencia a EH Bildu. Fue en ese momento cuando lanzó la pregunta sobre su derrota ayudándose de una metáfora: “¿El volcán de La Palma ha dejado de serlo aunque ya no esté en activo?”, cuestionó. Atribuyó de forma clara el cese de la violencia a la pérdida de apoyo social y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado “que les tenían acorralados”.
No paso por alto las posibilidades que esta tiene de ganar las elecciones en el País Vasco y en este punto se detuvo en la educación que han recibido muchos jóvenes basada en la “identidad, en incidir que no son españoles”, alertando sobre la importancia de no dejarse llevar por los sentimientos, que está bien que afloren, pero sin olvidarse de la cabeza”.
La intervención de Idígoras se enmarca dentro de la programación del Departamento de Ciencias Sociales del centro. Se trata de acercar la historia más reciente de España, a través del testimonio de algunos de sus protagonistas, a los alumnos de 4º de ESO y 2º BACH. Así, los alumnos de 4º de ESO visitan cada año el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria, y mantienen un encuentro con una víctima de terrorismo. Esto tendrá lugar el próximo 10 de junio, cuando Cristina Cuesta, presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco y víctima de ETA, y Santi Ruiz de Azua, periodista de la Cadena Cope, compartirán su testimonio con los estudiantes.