Cuenta el colegio La Salle de Santander, en este su 75 aniversario, de un nuevo punto de venta fijo de COMERCIO JUSTO-PROYDE. Ello ha sido posible porque la Dirección del Centro ha podido, con mucho esfuerzo y consciente de lo que significa, facilitar un local para tal cometido. Reseñamos, que sin este punto de venta fijo, el Colegio La Salle de Santander fue el 6º colegio Lasaliano de España con mayor volumen de ventas de COMERCIO JUSTO-PROYDE en el año 2014. Competir vale nada en estos aspectos, pero hay que decir lo que se hace.
Seguimos con los Alumnos Voluntarios durante el recreo ofreciendo lo que tenemos. Y abrimos los lunes y jueves de 17:15 a 18:15 nuestra tienda para todos. (Preguntad en recepción).
¡Visítanos! COMERCIO JUSTO-PROYDE es una alternativa para que mañana los más pequeños del mundo, produciendo con mucho sacrificio, viendo nuestro esfuerzo porque el suyo sea recompensado, unan sus manos y afirmar que: “Mucha gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, podemos cambiar el mundo.”

que nos llevan a ser quien somos. Porque constantemente estamos eligiendo caminos, cómo usar el tiempo, qué palabras decir y cuáles callar, a quién dar cancha en la vida o no. Por eso, ojalá elijamos la vida. El camino de Jesús es paradójico. Muchos podrían pensar que se equivoca. Que si calla, si otorga, si elige crear menos polémica, si es prudente, si no va a Jerusalén, o si una vez allí acepta la mano que le tiende Pilatos… entonces seguirá vivo. Y por lo mismo, podrá hacer el bien. «¿Qué vas a ganar con eso, Jesús?, solo conseguirás que te maten» podría muy bien ser el comentario de alguno de sus más cercanos. Pero en su decisión hay una opción y una apuesta por la vida. No por una vida mediocre, sino por una vida vivida desde la libertad, la justicia y la búsqueda de la verdad. La resurrección de Cristo contiene la promesa de que nosotros mismos podremos experimentar la resurrección en forma palpable, que se manifiesta en una vivencia renovada del amor a Dios y al prójimo, la gracia necesaria para perdonar y la fuerza espiritual para llevar una vida consagrada a Dios.






