Durante el mes de julio, el grupo de voluntarios Gente Pequeña de PROYDE, que formamos los antiguos alumnos Isabel, Jorge, Raquel, María José, Pedro, Carmen y Pablo (profesor), se sumó al proyecto de la Comunidad de Hermanos de La Salle de Malvinas Argentinas (Córdoba).
Antes de nuestra llegada, sabíamos que viviríamos con la Comunidad de Hermanos, aunque no conocíamos demasiados detalles sobre ellos. Desde el primer momento nos sentimos como en nuestra propia casa. A pesar del frenético ritmo de cada uno, impulsado por la ilusión que les provoca el proyecto educativo, la cena era el momento reservado para encontrarse y compartir lo vivido en el día. Acabada la experiencia, nos sentimos agradecidos a la Comunidad y admirados por la tarea que llevan a cabo.
Al poco de llegar, un grupo de jóvenes nos propuso acompañarles al espacio que la Comunidad de Hermanos ha abierto en el barrio para ellos: la Casa de los Jóvenes. Desde ese día, hemos compartido con ellos las actividades, sus sueños… y nos ha sorprendido su implicación y compromiso con el barrio.
En nuestra experiencia con las familias del barrio, a pesar de la dureza de las vivencias relatadas, la sonrisa y la esperanza de superación día a día siempre han estado presentes. Nuestros sentimientos han sido encontrados en ciertas ocasiones. Lo que hemos visto y escuchado nos ha impactado y sobrecogido, pero también nos ha hecho sentirnos integrados y portadores de cierta positividad y alegría.
A pesar de que nuestra estancia en la escuela ha sido breve, enseguida apreciamos el cariño de los niños, su energÍa, curiosidad y alegría. Nos impactó al principio lo complicado de mantener a los niños en sus respectivas tareas, algo que hemos ido solventando. Durante el período de receso escolar, diseñamos y habilitamos el laboratorio de la escuela, que pusimos en práctica con los chicos a través de experimentos. Los niños nos han enseñado que la escuela es mucho más que un lugar para aprender. Es su HOGAR.
Para terminar, en la última semana de julio fuimos invitados a participar en la Colonia de Aprendizaje, una propuesta de cuatro días en un entorno diferente destinado a los chicos con más dificultades para integrarse, que los ha ayudado a mostrar un cambio de actitud muy positivo, surgido a partir de las relaciones personales entre ellos mismos y con nosotros.
Toda esta experiencia nos ha supuesto una apertura a una nueva realidad que contribuye a nuestro crecimiento personal y a la comprensión del mundo en el que vivimos.