El domingo, día 20, se han encontrado la Comunidad de Hermanos y los componentes del grupo PROYDE Gente Pequeña que este verano estuvieron como Voluntarios Internacionales de PROYDE en las Malvinas Argentinas, zona a las afueras de la ciudad de Córdoba. Momentos de reunión y comida compartida. Ya antes de partir se había tenido otra reunión con la comunidad.
Un momento agradable en el que cada uno del grupo de Gente Pequeña ha ido exponiendo su experiencia; pero sobre todo su interior de felicidad, su satisfacción por haber empleado un tiempo del verano y de estudios en una tarea sencilla en aquella zona de Argentina pero importante para quienes la reciben: niños y jóvenes.
Una experiencia, aparte de voluntariado, de vivir en grupo durante más de treinta días el día completo; de vivir con una comunidad de Hermanos de La Salle, en una obra lasaliana y haber percibido que La Salle, su ideario, está en cualquier lugar donde hay lasalianos.
Pero queda ese “ahora, ¡qué! “. Ellos piensan que no sólo es ir y volver. Hay un antes y un después. Lo vivido, lo marcado dentro, las sonrisas agradecidas, las manos apretadas, los abrazos compartidos, las posibles incomodidades, no pueden quedarse así. Piensan que es necesario seguir siendo voluntarios de PROYDE porque: “Mucha gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, podemos cambiar el mundo.”