Todos los comienzos tienen su despedida; forma parte del ciclo natural de las experiencias que vivimos, y estas se cierran para abrir paso a nuevas vivencias. Este final de trayecto lo escriben los profesores de último año de formación inicial que, después de cuatro años intensos, ponen punto y final a este recorrido formativo. Así, el 21 y 22 de octubre se reunieron en la residencia de Arcas Reales, Valladolid, 13 docentes de tercer año de formación, todos ellos procedentes de las diferentes obras educativas de La Salle de la zona noroeste, en el que participaron nuestros compañeros Cristina y Juan
Durante su última experiencia como “profesores nuevos”, los asistentes participaron de varias experiencias personales y grupales en torno al “ser educador”. El primer momento del viernes 21 tuvo lugar en el centro La Salle Managua, en Palencia. La obra socioeducativa del barrio “Pan y Guindas” fue el contexto elegido para mostrar a los docentes actitudes docentes como la implicación, el acompañamiento y la inclusión en un entorno marcado por la inmigración y la precariedad laboral y social. La escuela es un salvavidas para muchos jóvenes, la última opción para abrir una oportunidad de futuro en sus vidas. La jornada finalizó con la dinámica colaborativa “Rutina CSI”, la presentación del proyecto evangelizador del Instituto y el testimonio compartido de tres alumnos, un exalumno y el director del colegio La Salle de Valladolid bajo la pregunta: ¿qué se espera de un educador lasaliano?
El sábado 22, en clave más personal, comenzó con la presentación del cuaderno de campo que acompañará el crecimiento del profesor dentro del centro; a esta iniciativa, le acompañó la propuesta Emaús, con una invitación expresa a compartir en parejas su momento actual y sus expectativas de futuro. ¿Y qué hacemos con todo lo que hemos aprendido? -indicó finalmente Noelia Redondo, delegada de formación. “Esta es la pregunta que nos tiene que acompañar en cada momento de nuestra vida educativa” – añadió. El punto final del encuentro estuvo marcado por una sencilla celebración que sirvió para recoger y hacer síntesis de los últimos cuatro años. Un momento emotivo que, sin duda, marcará el buen hacer como maestros de nuestros educadores.


Valladolid. En ella participaron nuestros compañeros Laura, César y Dani, con el fin de profundizar en el estilo pedagógico y educativo del fundador. Una mirada al proyecto educativo original que, tras ver la luz en los primeros años del siglo XVIII bajo el nombre de “Guía de las Escuelas Cristianas”, busca seguir presente en el estilo y método de los educadores de hoy.
El viernes 9 de septiembre llegó el turno de los alumnos mayores del colegio. Los alumnos de Bachillerato fueron los primeros en llegar al centro para la presentación del curso. En horas sucesivas fueron los alumnos de secundaria los que fueron subiendo al salón de actos del colegio. Los jefes de Estudios y el Director recibieron a los alumnos y les animaron a vivir el curso con intensidad y dando lo mejor de cada uno de ellos. Es un año para vivir Juntos mejor, como dice el lema de este año. Les invitaron a esforzarse en aquello que se proponen a principio de curso y que quieren conseguir. 





