El 2020 está a punto de terminar y su final nos trae un nuevo comienzo. Todos hemos vivido este año de manera intensa y especial, nos hemos dejado mucho en el camino, al esfuerzo de seguir avanzando en circunstancias difíciles sumamos pérdidas emocionales y personales, y nuestro mundo se ha transformado en lo más cercano y a nivel global. Pero todo esto debe alimentar nuestro espíritu y llenarnos de fuerza para continuar, dejando que la luz de este tiempo de Adviento ilumine el recorrido y guíe nuestros pasos. Queremos celebrar el nuevo comienzo, brindar por las nuevas oportunidades, felicitarnos por ser capaces de continuar construyendo futuro y alegrarnos por estar juntos y por formar parte de la familia lasaliana.
Estamos convencidos de que el 2021 será mejor que el año que dejamos atrás, y que a pesar de las dificultades que nos pueda plantear, podremos vivirlo desde el compromiso que nos hace crecer como personas y como institución, y que nos lleva a poner en el centro de nuestra misión a aquellos que más nos necesitan, estén donde estén. Estamos llamados a cumplir un papel esencial como alumno o educador en nuestras obras educativas, como familia que se siente coprotagonista en el proyecto, como asociado o como Hermano, y queremos devolver a la sociedad algo de lo que recibimos. Hagámonos ese regalo y dejemos que sean los demás quienes lo reciban. Que el 2021 nos llene de paz, que la alegría llene nuestros rincones, que la serenidad nos ayude a afrontar lo que está por venir, que nuestros sueños se hagan realidad y que el nuevo comienzo lo sea de vida